El Grup d'Estudis de la Naturalesa (GEN) denunció hace unos
meses la destrucción de estos bienes patrimoniales. A raíz de ello,
el Ayuntamiento de Eivissa abrió un expediente de infracción
urbanística por la destrucción sin autorización del conjunto rural
de Can Misses, pero no por la desaparición de la sènia de ses
Galamones.
No obstante, al comprobar que en el Plan Parcial de la zona
aprobado hace 20 años ya se preveía la destrucción de estos
elementos, el Ayuntamiento decidió trasladar el asunto al Consell
para que investigue los hechos.
El Consell remitió luego, con fecha de 28 de julio, un escrito
al alcalde Xico Tarrés en el que le informaba que ninguno de los
dos bienes patrimoniales derribados contaba con ninguna figura de
protección. Marí Tur reconoce, eso sí, que aparecen en eInventari
d'arquitectura rural del municipi d'Eivissa y en e Inventari de
molins aiguaders d'Eivissa i Formentera, aunque puntualiza que no
les otorga ninguna protección. «Se trata únicamente de una lista,
un trabajo de investigación, para tener conocimiento de las casas
payesas existentes en los municipios de las Pitiüses y
precisamente, se trasladó una copia a todos los ayuntamientos para
que les sirva de herramienta o instrumento para futuras actuaciones
municipales, proteccionistas o de otro ámbito», afirma el conseller
en su escrito.
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