CLAUDIA ROSSELLÓ
Desde hace un par de años, el Govern balear comenzó a regular y controlar la práctica de piercings y tatuajes en las islas creando el decreto 43/2003 de 2 de mayo. No obstante, esta intervención por parte de las autoridades se ve de manera diferente entre los trabajadores del gremio.

Sandra, la propietaria de una de las tiendas de piercings y tatuajes que más tiempo lleva en la isla, Tahití Tattoo, asegura que le parece «muy positiva esta iniciativa porque hace mucho tiempo que la esperábamos». Según cuenta, hasta ahora había estado siguiendo las normas catalanas o de fuera de España, pero «hace dos años ya pude pasar el curso de sanidad de Balears porque antes sólo tenía el de Cataluña».

Respecto a los cuidados e instrucciones, Sandra tiene en su tienda las explicaciones en diferentes idiomas y además recomienda productos para el cuidado siempre y cuando «tengan el visto bueno de Sanitat», porque «es imprescindible que al salir de la tienda sepan como cuidar el piercing o tatuaje». Por último, añade que «en diez años que llevamos aquí nunca hemos tenido ningún problema, la mayoría de los clientes siguen las instrucciones y hasta los turistas vuelven».