Una pareja de hombres residentes del municipio de Santa Eulària ha sido la primera que ha iniciado los trámites en Eivissa para poder formalizar su relación con una boda desde que el Gobierno aprobó la nueva normativa que permite contraer matrimonio a los homosexuales y que entró en vigor el pasado día 4.

Los dos futuros contrayentes, ambos de nacionalidad española y con edades que rondan 30 años, presentaron en el Registro Civil días atrás su solicitud para poder casarse. El juzgado de Primera Instancia número 1 de Eivissa, a quien corresponde examinar los asuntos provenientes del Registro Civil, tendrá que decidir si ambas personas cumplen con todos los requisitos necesarios que marca la ley para poder contraer matrimonio. Hasta ahora, en Eivissa, sólo se habían registrado casos de parejas que habían solicitado en distintas instituciones información para saber qué tenían que hacer para poder sellar oficialmente su unión.

Una vez que la pareja consiga el visto bueno del juzgado, los novios deberán decir la fecha y lugar del enlace, que puede tener lugar en el ayuntamiento o juzgado que ellos estimen oportuno, incluida la posibilidad de hacerlo en otra ciudad. Este hecho puede motivar que dicha pareja no sea la primera que estrene los matrimonios entre homosexuales en las Pitiüses.

Así, puede ocurrir que otras parejas de distintos puntos del territorio nacional que hayan obtenido la idoneidad, a su vez, o bien en un caso igual que se plantee en las Pitiüses, se «adelanten» a los residentes de Santa Eulària. Todo ello si establecen una fecha anterior al enlace a la que hayan fijado los novios de Santa Eulària y siempre y cuando éstos decidan casarse en Eivissa o Formentera. En todo caso, la normativa española que ha regulado la celebración de matrimonios entre homosexuales se refiere a personas que tienen exclusivamente la nacionalidad española. Las parejas gays, por norma general, inician los trámites aportando en el Registro Civil una certificación literal de nacimiento, un certificado de empadronamiento y dos testigos mayores de edad.