Más de cuatro mil de personas se dieron cita ayer en los aparcamientos del Casino de Ibiza para presenciar el concierto ofrecido por Bebe y su Caravana Gitana. Seguramente atraídos por la que fuera cantante revelación de 2004 y voz del himno de la lucha contra el maltrato doméstico en este país, aunque también empujados por la gratuidad del concierto, cortesía del Casino, que hace una semana estrenó emplazamiento.

Ya cerca de la medianoche y bajo una blanca luna de julio, como remarcó la cantante, Bebe apareció sobre el escenario al ritmo de Las Grecas ataviada con un mantón de Manila también blanco y acompañada por dos guitarristas. Tras dejar claro que el de anoche no era sólo un concierto de Bebe, sino una auténtica caravana gitana, la revelación musical española del último año inició una actuación que continuaba al cierre de esta edición.

Horas antes, la cantante se presentó ante la prensa con dos componentes de Tío Calambres y El Combolinga, dos de los grupos que la acompañaron por la noche. Y lo hizo con una hora de retraso y una excusa que pocos creyeron por manida: un pinchazo de rueda. Después, contestó a las preguntas de los por la espera desganados periodistas y explicó en qué consiste la gira. «Somos una pandilla de buenos amigos formada por tres grupos y dos dj's, los cuales nos mezclamos en el escenario cantando canciones unos de otros y cambiando los roles de los instrumentistas», dijo. Un grupo de colegas a los que ha ido juntando la vida, y que dan a Bebe la oportunidad de que en sus conciertos no sólo se escuchen sus canciones.

A pesar de ello, esta valenciana de nacimiento pero extremeña de adopción asegura echar de menos los conciertos más pequeños, a los que no descarta volver: «Me gusta la intimidad que generan, son más arropaditos. Seguro que alguna vez volveré a ellos».

Destacó que la experiencia de la grabación del disco «Pafuera telarañas», con el que ha vendido más de 250.000 copias, con Carlos Jean como productor fue «una experiencia maravillosa», ya que con él surgió «una relación humana y de amistad muy fuerte». No obstante adelantó que de momento no piensa grabar nada, y declinó hablar de su próximo proyecto, que consiste en el rodaje de una película con el director Julio Medem, parte de la cual se rodara en Eivissa, aunque las partes en la que aparezca ella serán filmadas en Madrid.

La cantante reconoció que hace en cada momento lo que le apetece, al igual que en muchos momentos se ve agobiada por el éxito. Al recordarle cómo fue vendida la revista «40 Principales», agotada porque aparecía en la portada sin nada que tapara sus pechos, ironizó con un: «Eso es porque tengo unas tetas que te cagas».