Cucuruchos de plástico de diversos colores con una tapa para la parte superior. Podrían confundirse con una baratija más de las muchas que se venden para niños en los quioscos o en alguna de las tiendas de «Todo a un euro». Pero en realidad se trata de uno de los artilugios que el Ayuntamiento de Sant Antoni repartirá este verano con motivo de su segunda campaña de concienciación ciudadana para la limpieza de las playas y calles de la ciudad. Ceniceros diseñados para ser clavados en la arena y poder depositar en ellos las colillas mientras se toma el sol. En total serán 5.000 los que se repartirán en diversos establecimientos, junto a 1.000 palas especialmente diseñadas para que los amos no hallen excusa posible para no recoger los excrementos de sus mascotas. De esta forma se pretende evitar la suciedad en las aceras, no sólo por una cuestión estética, también de higiene. «Son dos medidas más de las muchas que hemos puesto en marcha para intentar que el municipio esté cada vez más limpio, algo que parece que estamos consiguiendo», explicó José Ramón Serra en la presentación de la iniciativa. A ella se unen otras muchas, como la máquina de limpieza de chicles que ayer actuaba en el paseo de ses Fonts, la barca que limpia todos los días las aguas de la bahía o los cuatro contenedores soterrados que la semana que viene se espera estén ya instalados en el Carrer Ample. En el último año, la recogida de vidrio ha aumentado un 27 por ciento, la de papel un 56 y la de envases de plástico un 12. La campaña de concienciación también irá dirigida a empresas y locales de ocio. A los primeros se les repartirán unos trípticos con información para que puedan retirar fácilmente la chatarra. Los segundos deberán tener limpias sus terrazas a partir de las 8,00 horas para que todo esté impoluto a los ojos del turista.

I. Muñoz