Braulio Díaz lleva viviendo en uno de los dos bloques de las 92 viviendas de protección oficial (VPO) de Santa Margalida, junto al colegio de Sa Graduada, desde que las inauguró Franco en 1950. Su casa tiene 28 m, dos habitaciones, una cocina y un saloncito. Un espacio demasiado pequeño que ahora tiene la posibilidad de permutar, sin tener que pagar más, por una vivienda nueva de 55 m en un edificio que se está construyendo junto al colegio de Joan XXIII, en el marco del proyecto 'Eivissa Centre'. «Me parece un buen cambio», reconoce, tras confirmar que ya ha firmado un precontrato de transmisión de la casa con la promotora del nuevo edificio de VPO, Brues SA. También lo ha hecho Pedro Torres, propietario de una vivienda de 38 m y tres habitaciones en Santa Margalida en la que lleva residiendo desde hace 40 años. Allí han llegado a vivir en algún momento siete personas, aunque ahora son tres: él, su mujer y su hija. «Tenemos que salir de aquí», insiste, destacando las minúsculas dimensiones de las viviendas de este edificio, que, en el mejor de los casos, «tienen como mucho 45 m». Asegura que ha gastado siete millones de pesetas en reformar la casa, que está en muy buenas condiciones en comparación con otras que, incluso, en algunos casos, se han tenido que apuntalar. «Las paredes son de marès y sólo con intentar poner un cuadro se te caen», explica, mientras muestra junto a Braulio Díaz el descuidado aspecto que tiene la escalera y el patio interior del edificio. Después de reconocer que en tantos años no se ha conseguido crear una comunidad de propietarios, Torres insiste en que «el 90 por ciento de los vecinos está a favor de la permuta que les ofrece el Ayuntamiento» y que a él le permitirá tener una casa de 65 m. Pero hay excepciones porque «hay gente que reclama que se les dé el valor de los terrenos». Entre las personas en contra del intercambio está una vecina de este inmueble del Ibavi que lleva más de veinte años residiendo allí y que asegura que no quiere firmar el contrato «porque los términos no están claros» y el proyecto de 'Eivissa Centre' «está en el aire».

El proyecto de las nuevas viviendas está en marcha, aunque está pendiente de que el Consell dé el visto bueno a la reforma puntual del PGOU que posibilite construir las 92 viviendas para realojar a estos vecinos en lugar de la 55 permitidas inicialmente.