G. ROMANI
La sexta edición de la 'Vuelta a Formentera nadando por la Fibrosis Quística', culminó ayer con la llegada de los 200 nadadores al puerto de la Savina donde fueron ovacionados por sus propios compañeros, la organización y el numeroso público que se congregó en el muelle de Marina de Formentera para dar la bienvenida a los protagonistas de una causa solidaria.

La imagen que mejor reflejaba la satisfacción pero también la dureza que supone dar la vuelta a Formentera nadando, la protagonizó Patxi, un afectado por la fibrosis quística que fue transplantado de los pulmones hace tres años y que ayer al concluir su segunda vuelta a nado, miraba al cielo haciéndose el muerto sobre las aguas interiores del puerto de la Savina. Después, más relajado, confirmaba su intención de volver el próximo año y los años que hiciera falta sumándose a una iniciativa que por propia experiencia conoce lo importante que es, y señalaba que ahora, transplantado como está ya hace una vida prácticamente normal y ha encontrado trabajo, era en definitiva, la cara de la esperanza para las decenas de afectados que ayer nadaban en Formentera.

Otro de los momentos emotivos fue cuando todo los nadadores se lanzaron de nuevo al agua para hacer un pasillo de bienvenida al equipo sueco de afectadas por la fibrosis que por primera vez había acudido a Formentera y que se ganaron el afecto y la simpatía de cuantos pudieron departir con ellas a lo largo de estos tres días. El alma mater del evento, Pere Galiana, mostraba su satisfacción por el hecho de que el cambio de fechas, de septiembre a julio, había significado una mejora sustancial en las condiciones de nado y en especial «los nadadores -dijo Galiana-, se han sacado la espina que llevaban clavada desde hacia un par de año en que no se había podido afrontar, por el tiempo el acantilado del faro de la Mola».

Tras la llegada todos los nadadores recibieron sus correspondientes diplomas acreditativos de la participación en tan loable empresa.