El Grupo Popular del PP de la ciudad de Eivissa criticó el «chantaje» y «la actitud autoritaria» del equipo de gobierno del Ayuntamiento y, en especial, del alcalde Xico Tarrés en la polémica del derribo del colegio de sa Graduada y la ejecución del proyecto Eivissa Centre.

El concejal Antoni Prats acusó al Ayuntamiento de «chantajear» a otras instituciones al amenazar con la imposibilidad de «construir escuelas sin el proyecto Eivissa Centre». «Hay que aclarar que el Ayuntamiento sólo tiene que ceder los solares y que es la Conselleria d'Educació quien construye las escuelas», dijo Prats, quien aseguró que el Ayuntamiento está «obsesionado» en echar abajo sa Graduada. «Parece que le tiene manía», indicó.

Prats aseguró que hay otras alternativas para la ejecución del proyecto Eivissa Centre, que calificó de «bueno» para la ciudad: «Parece que todo pasa por la demolición del colegio».«Pedimos que sa Graduada no se utiliza ahora como una forma de chantaje», declaró.

Asimismo, el concejal acusó a Tarrés de «esconderse» y delegar siempre en su equipo de gobierno cuando hay que adoptar decisiones «impopulares».

Tarrés, según Prats, «no pasará a la historia por ser el alcalde que solucionó los problemas de la ciudad, sino por ser el que tramitó un mayor número de operaciones inmobiliarias». Prats recordó la recalificación del solar de Mare Nostrum y algunas zonas verdes, así como la permuta de Can Escandell. Por su parte, el concejal Jaume Comas indicó que «no se entiende» que «la construcción de nuevos centros escolares en la ciudad se vincule exclusivamente al derribo de sa Graduada».