El Ayuntamiento de Eivissa entregó ayer la primera licencia de
taxis de las seis aprobadas en pleno para el municipio a Vicente
Boned, asalariado desde hace 30 años.
En este sentido, el teniente alcalde del consistorio, Pedro
Campillo, explicó que a pesar de estas nuevas licencias «no se
evitarán las colas» que se organizan en la parada situada en la
Avenida Bartomeu Roselló, debido según comentó, «a la
estacionalidad de la temporada». Con este nuevo expediente, el
municipio de Eivissa cuenta ya con 118 taxis.
Esta nueva concesión forma parte de las 10 que se prevé conceder
a lo largo de esta legislatura por parte del equipo de gobierno. En
cuanto a las otras cinco restantes, Campillo señaló que están
pendientes de la llegada de los vehículos, aunque matizó que
empezarán a funcionar «lo antes posible».
De estas licencias que quedan, dos serán para el transporte de
personas disminuidas físicas con lo que es necesario la adaptación
de los vehículos: «Desde el consistorio intentamos mejorar el
servicio público del taxi tanto para los turistas como para los
ciudadanos de Eivissa».
En este sentido, el teniente alcalde recordó las tareas
cometidas desde la institución como la regularización del servicio
o la instalación de los taxímetros, con el fin de mejorar el
servicio público de la isla.
Por otra parte, Pedro Campillo señaló que de cara a este verano
se está estudiando la posibilidad de aumentar el control y la
seguridad en la parada de Bartomeu Roselló.
Con esta medida se prevé que dicha parada cuente con la
regularización del tráfico con la ayuda de uno o varios agentes de
policía debido a las múltiples aglomeraciones y problemas que se
forman en el lugar durante las noches de verano.
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