El ex ministro de Asuntos Exteriores, Abel Matutes, recibió ayer en Madrid la Gran Cruz\< de la Orden de Isabel la Catolica y la Medalla por su Labor a la Integración Europea, esta última creada para conmemorar el XX aniversario de la firma del Tratado de Adhesión de España y Portugal.

Matutes aseguró que el proceso de construcción de la Unión Europea «no tiene marcha atrás» y culpó a la aceleración del proceso de ampliación del fracaso de los referéndum sobre la Constitución Europea. Recordó que la ampliación de la Unión ha sido «tradicionalmente un proceso lento». La fundación se produjo en 1957 con seis países y no fue hasta 16 años después, en 1973, cuando se produjo la primera ampliación. Tras ésta, hubo una tercera en el 80 y después en el 86 entraron España y Portugal. «La ampliación», dijo Matutes, «fue siempre un proceso lento para permitir la digestión de las nuevas incorporaciones, a pesar de que los países que entraban estaban bastante homologados unos con otros». La ampliación con 10 países más en los últimos años, coincidiendo con el proceso de profundización que supone la creación de una Constitución Europea, ha sido «un salto demasiado ambicioso» y ha provocado «un toque de atención de los ciudadanos a los políticos», consideró. Matutes propuso que se inicie un periodo de reflexión «para estudiar y replantear las cosas» con el objetivo de salvar el proceso de construcción de la UE, «que es lo que realmente importa».