Los municipios turísticos de las Islas disponían de ayudas a fondo perdido para mejorar sus infraestructuras desde 1993.

OLGA QUINTANILLA/R.C.
EL secretario general de Turismo, Raimon Martínez Fraile, protagonizó ayer un rifi-rafe con el senador popular por Menorca, José Seguí en el Senado durante su comparecencia, a petición de este grupo parlamentario, para explicar la supresión de los Planes de Excelencia y la creación de Planes de Dinamización de Productos Turísticos. Fue tal el mano a mano entre ambos que el resto de los grupos parlamentarios alzaron una queja.

Martínez Fraile aseguró que los Planes de Excelencia nunca han sido para invertir en infraestructuras. «No se pueden emplear para renovar un monumento o arreglar un parque, pero sí para mejorar la señalización de un municipio. Ustedes adquirieron muchos compromisos con los alcaldes y ahora que no es posible, se quejan. Que cada municipio aguante su vela. Yo he recibido a muchos alcaldes, pero nunca prometí planes a nadie», apuntó.

Estas declaraciones sorprendieron por su dureza, más aún porque deja a los municipios turísticos sin ayudas directas y les conlleva a un mayor endeudamiento, circunstancia que la mayoría de ellos no puede afrontar.

Asimismo, insistió en que estos planes no desaparecían, pero si dejó claro que no habría fondos para mejora de infraestructuras.

El senador menorquín, al respecto, señaló: «Muchas zonas turísticas de Balears han seguido con gran preocupación la trayectoria de estos Planes de Excelencia sobre los que planeaba constantemente su eliminación como herramienta turística. Yo no creo en esa unanimidad de alegría en la opinión pública que usted pregona. Buena parte de las zonas turísticas maduras que se han quedado obsoletas necesitan inversión en infraestructuras ante el déficit que presentan sus arcas municipales. Estoy de acuerdo en que hay que hacer un esfuerzo de producto pero el litoral también necesita modernizar sus infraestructuras turísticas puesto que es parte del producto turístico».

Polémica
Para el secretario general de Turismo, «los Planes de Excelencia Turística y los de Dinamización Turística no obedecían a su filosofía inicial por lo que decidimos unificar ambos planes en los planes de Dinamización de Productos Turísticos. Quiero que esto quede muy claro, sobre todo en Balears».

Sobre la supresión de las inversiones en infraestructuras, indicó que esta estrategia ya se empezó a aplicar en 2004, «pero a partir de ahora será definitiva porque estos planes se han empleado incorrectamente. Deben servir para promocionar el producto turístico y generar riqueza y sostenibilidad pero no para otros fines como infraestructuras».

Martínez Fraile deja en manos de los municipios el seguir con la misma estrategia de financiación, pero para acogerse deberán acudir al Fondo de Modernización de Infraestructuras Turísticas (Fomit), pero para ello «será indispensable que el ayuntamiento presente un proyecto complementario con el que presenten un grupo de empresarios y cuya cuantía privada tendrá que cubrir como mínimo el 30% de la cuantía global a la que ascienda el proyecto local».

El Govern balear critica la actitud del Gobierno central en esta materia, así como el hecho de que el secretario de Turismo Martínez Fraile diga que el cambio de nomenclatura se aprobó por «unanimidad» de todas las autonomías, ya que cabe recordar que Balears se negó de forma rotunda a esta modificación.