Una veintena de persona se presentaron ayer a las pruebas de socorrismo que se celebraron en la playa de Figueretes para las diez vacantes de socorristas de playas que son necesarios para cubrir los 50 contratados que realizan las labores de vigilancia y seguridad de las playas.

Pasadas las diez y media de la mañana comenzaron estas pruebas en las que, además del imprescindible título homologado, se mide la resistencia física y la técnica.

Hasta Eivissa viajaron aspirantes de Canarias, Galicia, Barcelona, Valencia e incluso había algunos de procedencia italiana, presumiblemente de vacaciones en Eivissa. Son aficionados a la natación, a deportes náuticos como el waterpolo, «es gente que le gusta esto», precisa Antonio Maroto, uno de los dos responsables de Cruz Roja del Mar, que coordinó todo el proceso de las pruebas de selección desde la playa, mientras en una lancha, el segundo coordinador, Lucas Delbon, medía los tiempos del mar y el manejo de la víctima en el rescate que hace el aspirante a socorrista. La prueba consiste en una simulación de rescate desde que se divisa a la víctima desde la playa hasta que la reanima tras el rescate. Cada aspirante ha de realizar 50 metros de carrera, 50 metros de natación libre para recoger a una víctima pasiva, 100 metros de natación con remolque de la víctima y con lata de rescate y, finalmente, la prueba de reanimación cardiopulmonar. Una prueba continua en la que se trata de que ellos 'vivan' el nivel de estrés que desencadena el rescate de una persona que tiene problema s en el agua. Sin embargo, los candidatos pasaron sin problemas los ejercicios. «Había buen nivel», comentaba Maroto al finalizar las pruebas.

A estos resultados hay que sumar ahora la entrevista personal, el curriculum y la experiencia para elegir a los vigilantes de las plazas que, a partir del 1 de junio, estarán en Sant Antoni, Santa Eulària y Sant Joan. El 15 de junio, los socorristas estarán en las playas de Eivissa y Sant Josep.