El contraste que se plantea actualmente en la zona de ses Feixes des Prat de Vila reúne en un mismo espacio a una gran cantidad de residuos, algunos de ellos muy contaminantes, que coexisten con los valores naturales, históricos, etnológicos y arquitectónicos de esta zona húmeda que, junto a ses Feixes de Ses Monges, es la segunda en importancia de la isla después de Ses Salines.

Escombros de construcción, tubos de iluminación alógena, trozos de vehículos e incluso aparatos refrigerantes fueron y siguen siendo encontrados y denunciados por grupos ecologistas de los isla, como es el Grup d'Estudis de la Naturalessa de Eivissa, GEN Gob-Eivissa, y aunque algunos vertidos fueron retirados en muy poco tiempo vuelven a aparecer.

Cualificada en el Pla General d'Ordenació Urbana d' Eivissa (PGOU) como suelo urbanizable y con una amplia historia de funcionalidad para la capital de Eivissa gracias a los canales establecidos por los árabes como sistema de riego, útil hasta hace décadas para los cultivos de verduras y otros productos como la remolacha y el moniato, la zona des Prat de Vila se encuentra, según el portavoz del GEN, Mariano Marí, cada vez más seccionada entre las avenidas Ignacio Wallis, la Avenida de la Pau en dirección hacia Santa Eulària (con sus rotondas) y parte de la Avenida de Santa Eulària en dirección a la ciudad de Eivissa.

Dentro de la desaparición de usos tradicionales a favor de los usos urbanísticos y turísticos se mezclan en es Prat de Vila los grandes carteles publicitarios con una vegetación compuesta de cañizales que conservan debajo de sí este sistema de riego único de la época y el mundo, debido a su proceso de capilaridad. Luciana Aversa