El servicio de protección de menores del Consell Insular ha detectado un incremento de las denuncias de maltrato físico a niños en el ámbito familiar, ya que se ha pasado de ocho a 12 denuncias por maltrato físico. La intervención puede llegar al ámbito judicial ya que se trata de un delito y si es necesario se aleja al menor de la familia. «Se protege al menor en primera instancia y se hace la intervención adecuada mejor para el niño», dijo ayer la coordinadora del servicio de protección de menores, Lourdes Juan, en la presentación de la memoria de actividades de 2004.

Juan defendió ayer que la protección de menores no se ha de limitar al Consell sino que «es una función de todas las instituciones, el Consell en última instancia, pero la prevención es una función de los ayuntamientos, las escuelas, la sanidad y, sobre todo, implicar en la detección». «Es verdad que hay más actuaciones y denuncias, pero hay una sensibilización hacia el menor», añadió.

La coordinadora del servicio señaló que la idiosincrasia de la isla influye en el maltrato infantil, ya que muchas familias proceden de otros lugares y no cuentan con una red de apoyo: «Las familias en crisis dan maltrato. Cuanto más apoyo tenga las familias, menos casos de maltrato se da en la infancia», dijo.

El Consell, institución que tiene las competencias de guarda, tutela y adopción de menores, presentó los datos de actividad del año pasado en el que se abrieron 134 expedientes de menores. Actualmente hay 1.491 expedientes abiertos en el servicio.

Después del ascenso de casos registrado en 2003, la demanda se ha mantenido durante el año pasado. El número de denuncias por situaciones de riesgo o desprotección ha ascendido a 103, una cifra que se sitúa dentro de los parámetros de años anteriores. Abandono físico, negligencia, los ya mencionados maltratos físicos, y el absentismo escolar, que bajó en 2004 «seguramente por la implementación de protocolos por parte de los servicios sociales de los ayuntamientos y las escuelas», recoge la memoria, son los motivos de denuncia.

En cuanto a los canales de demanda, el año pasado se recibieron 210 solicitudes de intervención, un descenso frente a las 280 de 2003. Al ámbito judicial corresponden 186 de estas demandas, de las que 131 corresponden a la Fiscalía de Palma.

Entre las medidas de protección figuran los acogimientos institucionales, que se realiza a través de los centros de menores de las islas: el Mare del Remei, que atiende a niños de hasta 11 años y niñas hasta 17 años, y Can Pep Xico, dirigido a adolescentes de 12 a 17 años. El número de ingresos que se han producido ha sido 35, de los que 20 estuvieron en Can Pep Xico (13 extranjeros y siete de origen nacional) y 16 en el de Santa Eulària, de los que cinco menores eran extranjeros. La mayoría de ingresos se han producido por actuaciones de las Fuerzas de Seguridad. Las bajas del centro han sido 37, la mayoría por reinserción familiar.