El pleno del Parlament aprobó ayer una proposición no de Ley del Grupo Popular que insta al Govern a alcanzar un pacto entre sector turístico y partidos políticos con el fin de disponer de la máxima información posible para analizar los efectos del «todo incluido» sobre la economía balear, que serán estudiados en una ponencia parlamentaria creada para la ocasión. Los Grupos Socialista, PSM y EU/ElsVerds criticaron en bloque esta propuesta, que calificaron de «descafeinada», alegando que el presidente del Govern, Jaume Matas, había anunciado en la World Travel Market de Londres que el Govern crearía una normativa para esta modalidad.

El diputado popular, Antoni Marí Tur, señaló que la regulación de esta oferta es «necesaria» para poder mantener unos estándares de calidad, además de permitir que los turistas puedan conocer «qué van a encontrarse cuando vengan».

El diputado rechazó que el poder adquisitivo de los turistas que eligen esta modalidad sea menor, poniendo como ejemplo de ello el caso de Canarias, donde, según dijo, el «todo incluido» no ha repercutido de manera negativa sobre la oferta complementaria. Sin embargo, para los Grupos Socialista, PSM y EU la iniciativa del Grupo Popular demuestra que el Govern ha cedido «una vez más» ante los intereses del sector hotelero, que se ha mostrado contrario a ordenar el «todo incluido», a la vez que destacaron que los efectos sobre el sector complementario serán «muy negativos». Para la diputada socialista, Patricia Abascal, la propuesta del Grupo Popular responde a la voluntad del Govern de no intervenir sobre esta cuestión. «Quieren dejar pasar el tiempo sin hacer nada y al final alegarán que no ha habido acuerdo entre el sector y los partidos para facilitar información sobre el tema», aseguró. Asimismo, sostuvo que, para obtener información sobre el «todo incluido», no es preciso «un gran pacto», puesto que, según dijo, las previsiones para esta temporada estiman que se producirá un aumento del 15 por ciento de esta oferta en Balears.