Cáritas, una de las entidades colaboradoras con la administración en el proceso de normalización, ha atendido a más de 500 inmigrantes durante el proceso de normalización, que finaliza el 6 de mayo, lo que supone una media de tres consultas al día.

Al comienzo del proceso, el 7 de febrero, y ahora cuando está finalizando, Cáritas está recibiendo una avalancha de peticiones. Con los cambios en el empadronamiento han vuelto a tener un aumento de demanda.

Cáritas coincide con el resto de colectivos de inmigrantes de Eivissa al señalar como una de las complicaciones del proceso el cambio constante de circulares y notas de la Administración «ampliando, modificando, concretando y corrigiendo notas, con lo que la información ha variado mucho a lo largo del proceso», relató el coordinador de programas de empleo y temas de inmigración, Jacobo García.

Este hecho tiene un lado positivo y es que la administración se ha adaptado a las peticiones formuladas por las ONGs corrigiendo la norma inicial. En el aspecto negativo, sin embargo, destaca «la confusión e inseguridad jurídica, como lo que está pasando con el certificado de empadronamiento». Como alternativa a este documento, los inmigrantes pueden obtener el empadronamiento por omisión pero también surgen problemas. «Desde que salió publicado en el BOE hubo cuatro circulares, dos de ellas contradictorias, en el plazo de cuatro días. También hemos constatado que una cosa es lo que aparece de forma oficial y otra es el uso de esa competencia que hacen los ayuntamientos», añadió.

Otro de las dudas que tienen es saber la reacción de la administración central cuando lleguen los certificados por omisión de empadronamiento, «puede ser que acepten todos o no», añadió.