Un aficionado busca en uno de los puestos de la calle Bisbe Torres con motivo de la III Feria del Libro Antiguo y de Ocasión. Fotos: G. G. LAMA

Facsímiles del siglo XVII que hablan de bandoleros, tratados de urbanidad para señoritas y manuales de carpintería; documentos del siglo XVI entre los que hay testamentos, escrituras y divisiones territoriales; refraneros y reproducciones de antiguas constituciones, como la Pepa o la de la II República; novelas, recetarios de cocina y catálogos de arte. La Feria del Libro Antiguo y de Ocasión, que fue inaugurada ayer y que permanecerá abierta hasta el 15 de mayo, ofrece ejemplares para satisfacer los gustos más variados. Se trata de su tercera edición, que este año tiene como novedad su emplazamiento: hasta el momento se había ubicado en el parque de La Paz, pero en esta ocasión los puestos están instalados en la calle Bisbe Torres (al final del paseo de Vara de Rey). Algo positivo para los libreros, pues se considera que al tratarse de un lugar frecuentado por turistas aportará más clientes.

Los vendedores han llegado desde diversas partes de la Península: Madrid, Barcelona, Valencia, Ponferrada, Málaga y Valladolid. Todos coinciden en señalar que Eivissa es un buen lugar para la venta. Como José Manuel Suárez, de la librería Cajón Desastre: «Hemos venido en ocasiones anteriores y ha tenido una muy buena acogida, algo que siempre es gratificante», afirma. Lo mismo opina Enrique Consuegra, de la librería Códice: «Se trata de un sitio agradable, donde se trabaja muy bien, y una buena plaza para las ventas. En relación a los habitantes y el tamaño es una de las mejores ferias que hacemos», asegura este librero, que viene de Málaga.

Entre todas, hay piezas bastante interesantes, como un álbum de fotos que salían a principios de siglo pasado con las cajetillas de tabaco y que ronda los 500 euros. Pero la feria es una magnífica oportunidad para adquirir libros a buen precio o que ya no se encuentran en las grandes superficies. Iván Muñoz