El presidente del Consell, Pere Palau, rememoró ayer en la lectura de su discurso de apertura del histórico primer debate sobre política general «la grave parálisis» que afectó a la Pitiüses en la época del Pacte como argumento principal para ensalzar su gestión.
Palau zanjó su discurso en poco menos de una hora, y, al igual que hizo el presidente Matas en su discurso de investidura y en el debate sobre el estado de la autonomía, arremetió contra el pasado progresista de las islas, que, según dijo, provocó «un grave enfrentamiento con el sector turístico y un estado de crispación política que se trasladó a la calle». Recordó las batallas internas de la coalición progresista que, según dijo, «provocaron la pérdida de credibilidad de la institución», así como «un evidente deterioro de los principales marcadores socioeconómicos y un malestar social».
Palau reprochó a la ex presidenta Pilar Costa que no presentara su dimisión cuando perdió una moción de confianza y su afán por «aferrarse al cargo a pesar de quedar en minoría». Con este ataque frontal a la gestión del Pacte el presidente del Consell arrancó el balance de sus casi dos años de gobierno, en el que destacó la aprobación del Plan Territorial Insular (PTI), la puesta en marcha de «la política de infraestructuras sociales más ambiciosa llevada a cabo nunca por la institución», la fuerte inversión desarrollada hasta ahora en Formentera y la activación de proyectos para la mejora y modernización general de la red viaria.
Sobre la política de carreteras, Palau recordó que el nuevo gobierno del PP ya ha invertido casi 10 millones de euros en obras en la red viaria cuando el Pacte sólo se gastó cuatro. En referencia a los grandes proyectos, el presidente tachó a la oposición de mentir y hacer demagogia hablando de «autopistas y de procesos irregulares». «Se podrá intentar confundir a los ciudadanos con anuncios de cataclismo.. pero en este caso tratamos de adecuar la red viaria a las necesidades actuales y futuras poniendo a disposición de los ciudadanos unas carreteras seguras e integradas al entorno», indicó.
Palau puso la aprobación del PTI como ejemplo de la capacidad de trabajo de su gobierno. Este documento, según dijo, «proporciona seguridad jurídica y respeta los derechos de los ciudadanos, regula un crecimiento sostenible, aparte de prestar una especial atención a las herencias y legítimas».
Sobre la actividad turística, Palau insistió en su crítica a la gestión del Pacte. También arremetió contra la extinta ecotasa, subrayando que se trató de «una de las equivocaciones más grandes que se ha cometido en las islas». Sin dar ningún avance concreto del sector, Palau aseguró que el PP ha reconducido la situación recuperando la confianza del sector.
Tras analizar los tres ejes principales de su gobierno, Palau pasó a enumerar por áreas, en un discurso monótono, todas las obras y proyectos iniciados en esta legislatura, entre los que destacó el pago de billetes de avión a los estudiantes.
Para cerrar su intervención, el presidente arremetió contra el Gobierno central en defensa de los intereses generales de los ciudadanos. Prometió que su gobierno se opondrá «con toda la energía» a que «las Pitiüses continúen siendo las que más dan y, en cambio, menos reciben». En este sentido, criticó el drástico recorte en las inversiones previstas para las islas en los Presupuestos Generales del Estado, y el supuesto desvío de estos fondos hacia otras zonas principalmente Catalunya.
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