G.ROMANI
Paco Mayans, propietario de Ca ses Castellones, antigua vivienda solariega en Sant Ferran, datada a mitades del siglo XIX, tras reunirse con el alcalde de Formentera, Juanma Costa, explicó su firme decisión de «interponer un interdicto judicial que impida cualquier actuación encaminada a la demolición de Ca ses Castellones», la antigua vivienda familiar situada a escasos metros de la iglesia del núcleo urbano y de la Fonda Pepe.

La intención de Mayans es paralizar «cualquier licencia de demolición que pueda otorgar el Consistorio», que de hecho fue otorgada ayer mismo por el alcalde, en tanto en cuanto «firmó las actas de la Comisión de Gobierno en las que se autorizaba dicha demolición», señaló Mayans argumentando al respecto dos puntos sustanciales.

En primer lugar, que la Comisión Insular de Patrimonio otorgó, por encontrarse dicha vivienda a menos de los 250 metros de protección irradiados por la iglesia del núcleo urbano; un permiso condicionado a la demostración por parte de quienes quieren construir un centro comercial en dicho solar, que no se resolverá judicialmente hasta el 14 de julio. Para ello los promotores deberán demostrar de forma fehaciente la titularidad íntegra del solar ya que en este punto, y según Paco Mayans, en los escritos y documentación presentados en el Consistorio por la inmobiliaria Inmofrumentum, impulsora de dicho centro comercial, se arroga la propiedad de una superficie de la cual, según Mayans, no es titular, lo cual invalida de hecho cualquier decisión municipal.