La Asociación de Vecinos de Dalt Vila pedirá al Ayuntamiento de Eivissa la reforma completa del Plan Especial de Protección y Reforma Interior (PEPRI) con el fin de evitar el despoblamiento de la zona interior del recinto amurallado de la ciudad, reconocido como Patrimonio de la Humanidad.

Según el presidente de la asociación vecinal, Lluis Llobet, el Pepri está «obsoleto» y las necesidades de la zona han cambiado durante sus años de vigencia, lo que obliga a plantearse una reforma completa del plan especial de la ciudad amurallada.

Por otra parte, Llobet aseguró que el despoblamiento de esta zona es «grave», por lo que la asociación pedirá a la administración municipal una política de vivienda «adecuada» que atraiga a las familias y así devolver la vida al barrio, que, según comentó, durante el invierno se encuentra «prácticamente despoblado».

Respecto al PEPRI, manifestó que espera reunirse en las próximas semanas con el primer edil de Eivissa, Xico Tarrés, para transmitirle estas solicitudes, aunque se mostró escéptico ante el calado que puedan llegar a tener sus propuestas. «El alcalde y el concejal de Policía, Leopold Llombart, nos prometieron hace meses un vigilante para controlar los vehículos que entran a Dalt Vila, dado que el volumen de coches diario es tal que los vecinos no podemos aparcar en la mayor parte de los casos, y aún lo estamos esperando», afirmó.

Para solucionar el problema de estacionamiento, el portavoz vecinal anunció que la asociación de residentes de Dalt Vila propondrá la construcción de dos edificios, que, cumpliendo con las exigencias del Pepri, sirvan como aparcamientos públicos y que darían «servicio más que suficiente a los vecinos».