M iles de clubbers que durante cuatro meses se reúnen en una isla de 540 kilómetros cuadrados. Cuatro importantes discotecas conocidas internacionalmente. Eso sin contar otras grandes salas y pequeños locales que también ofrecen lo mejor de la música electrónica. Los mejores dj's, las fiestas más calientes, la diversión más loca. Eivissa es desde hace años la reina de la música electrónica, especialmente house. En la última década se ha forjado alrededor de ella una leyenda construida a base de merecida fama que, a pesar de ser un pequeño lugar en el Mediterránero, le permite mirar por encima del hombro a algunas de las ciudades más importantes del mundo. Todos coinciden en que, en cuanto a cultura house se refiere, Eivissa no tiene competencia posible en el mundo. Pero si hubiera que destacar otras mecas donde los aficionados de estos ritmos peregrinan para disfrutar de su pasión, ¿cuáles serían? Aunque cada uno tiene sus preferencias y asegura que actualmente todo está muy repartido, prácticamente todos los especialistas consultados están de acuerdo en que si hubiera que establecer una especie de triángulo de la música house sus vértices serían Eivissa, Londres y Miami. Así lo piensa por ejemplo Juan Medrano, promotor de fiestas, que cree que la capital inglesa es un lugar cosmopolita ideal para los clubbers: «Allí siempre pegó el house. De hecho es de donde principalmente llega aquí. Miami es otro de los lugares importantes, con South Beach como zona famosa», explica. Algo parecido opina Àngel Linde, dj residente de la discoteca Pachá, quien resalta la importancia de norteamérica: «Miami, pero también Chicago y Nueva York son zonas interesantes de la misma forma que también lo es Inglaterra, aunque allí la música empieza a desmarcarse un poco y tener un rollo más trance», señala. «Sí, estoy de acuerdo en que Eivissa, Londres y Miami pueden ser los sitios que más pegan, pero hoy en día puedes encontrar en cualquier lugar del mundo clubs que te pueden sorprender», dice el dj internacional David Moreno. Pero el grueso de la industria discográfica sigue teniendo su sede en urbes como Berlín, París y Londres. Fritz Pangratz, responsable de la discoteca Space, resalta el papel de la capital alemana como punto de influencia: «También lo es Miami aunque, al igual que ocurre en Eivissa, no hay grandes productoras discográficas», opina. Además, asegura que, igual que aqueí, en esta ciudad de Florida la gente busca diversión, por lo que las salas grandes raramente pueden experimentar con nuevas tendencias. l Iván Muñoz