El director insular de la Administración General del Estado en
Eivissa y Formentera, Jose Manuel Bar, entregó ayer al alcalde de
Santa Eulària, Vicent Guasch, el estudio de impacto ambiental y el
proyecto de construcción de la desaladora prevista en el municipio.
Toda la documentación estará expuesta al público en el Consistorio
desde hoy y durante 30 días, que cuentan a partir de su publicación
en el BOE y en el BOIB donde apareció el anuncio ayer. Las personas
que deseen presentar alegaciones las tendrán que dirigir a la
Delegación del Gobierno de las Illes Balears.
La producción de la desaladora será de 10.000 metros cúbicos
diarios «dados por dos líneas de proceso de 5.000 metros cúbicos
por día cada una», según consta en el BOIB. Asimismo, en el
proyecto se considera la posibilidad de una posible ampliación
futura hasta los 15.000 metros cúbicos. La instalación, que se
ubicará en un terreno próximo al torrente de s'Argentera, a unos
700 metros de la costa, dispondrá de tres áreas. En una de ellas se
colocarán los equipos de pretratamiento. Un segundo espacio se
destinará «a los bastidores de membranas de ósmosis inversa y a las
turbobombas», señala el Boletín Oficial de las Illes Balears. En la
tercera área estarán los grupos electrógenos, talleres, salas de
control y despachos. Desde la planta se bombeará el agua tratada
hasta un depósito de nueva construcción situado en la ladera del
Puig de sa Creu y con una capacidad de 5.000 metros cúbicos.
El pasado viernes el Consejo de Ministros aprobó la solicitud de
la subvención a la UE de 37 millones de euros para la construcción
de esta desaladora y las de Ciutadella, Alcúdia y Andratx. En caso
de no conseguir la subvención el Ministerio de Medio Ambiente se
compromete a aportar 20 millones de euros.
Sin comentarios
Para comentar es necesario estar registrado en Periódico de Ibiza y Formentera
De momento no hay comentarios.