El centro de día de Cáritas o el centro de acogida municipal de Eivissa son dos de los recursos más flexibles a los que recurre los sin techo de Eivissa para cubrir sus necesidades más básicas. En muchas ocasiones, la única condición que ponen para ser atendidos es que ofrecen el mínimo número de detalles de su vida en la calle: el lugar en el que duermen, cómo han llegado a esa situación o si son toxicómanos. Detalles, los mínimos.

«Ellos no te van diciendo dónde viven, están en la calle y cambian de un lugar a otro», precisan desde el albergue de Eivissa, uno de los lugares por los que han pasado algunas personas que confesaron haber estado en la plaza de toros. Normalmente, no recurren al centro de acogida municipal para dormir pero sí que en alguna ocasión han sido usuarios de los servicios externos, un recurso que se ofrece a personas que se quieren duchar, lavar su ropa o hacer una llamada de teléfono pero que no duermen en el albergue. En ocasiones, no se trata de personas que viven en una situación de marginalidad extrema ya que puede ocurrir que en el lugar donde viven no tienen lavadora o personas que vienen de temporada para trabajos en la calle, como los mimos, que duermen en la playa.

El segundo semestre del año, de julio a diciembre del año pasado, 923 personas utilizaron la ducha, lo que representa un 59,63% de los servicios; 129 personas, la lavadora, un 12,86%; 245, la consigna, que supone un 15% y 181 personas el teléfono, un 11%. El total de servicios externos que se facilitaron en el segundo semestre ascendió a 1.548.