La versión definitiva del Plan Territorial Insular (PTI), que se aprueba hoy, contempla los mismos criterios de ordenación del puerto de Eivissa incluidos en el documento inicial, aprobado el pasado 31 de julio, y determina que «se reducirá al mínimo imprescindible los espacios al abrigo del dique de Botafoc en los que no podrán instalarse superestructuras fijas de descarga ni implantarse zonas permanentes de almacenamiento». Este punto, incluido en la norma 48 del documento final del PTI, choca frontalmente con el proyecto de explanada y muelles comerciales al abrigo del dique de Botafoc, previsto por la Autoritat Portuària. Este proyecto fue enviado recientemente a las instituciones de la isla. Se trata de una modificación de otro anterior, «Infraestructuras Portuarias con Nuevo Abrigo en el puerto de Ibiza», que nunca se llegó a ejecutar. El nuevo proyecto contempla una considerable ampliación de la superficie que se gana al mar, en contra de lo que determina el PTI.

El nuevo plan prevé una nueva explanada de 77.000 metros cuadrados y dos espigones de 200 metros de longitud y 20 metros de ancho paralelos al dique que permitirán el atraque simultáneo de cuatro buques de tipo mixto. Esta 'superestructura' estará limitada en su extremo sur por el tacón del dique de Botafoc y en el este y norte por el vial de acceso al dique.

El presidente del Consell, Pere Palau, defendió recientemente que la reordenación del puerto debe causar el «mínimo impacto posible». Palau subrayó la necesidad de que el tráfico de mercancías se traslade al dique de Botafoc y recuperar así el muelle viejo para la ciudad y recalcó la necesidad de que se habilite algún solar, separado del puerto, donde se lleve a cabo las operaciones de carga y descarga. El presidente evitó pronunciarse directamente sobre la plataforma de 77.000 metros cuadrados prevista por la Autoritat Portuària al abrigo del dique de Botafoc. «Aún no tengo constancia oficial de nada. No podemos matar el proyecto antes que nazca», dijo. De todos modos, el PTI no recoge al final las alegaciones presentadas por el colegio de arquitectos para que la norma defina más claramente que se debe reducir hasta «el mínimo los espacios al abrigo del dique».