El centro de salud contará con un dispositivo de alarma en el mostrador de atención al paciente y otro que llevará el médico de guardia.

En respuesta a peticiones realizadas en reiteradas ocasiones por los profesionales sanitarios, el Ayuntamiento de Sant Antoni ha decidido instalar en el centro de salud del municipio una alarma conectada directamente con la central de la Policía Local para atender de forma inmediata cualquier tipo de situación conflictiva e intento de agresión que se produzca. Hasta ahora había un dispositivo fijo en el mostrador de atención al paciente aunque la conexión en este caso era con la central de alarmas que tenía que ponerse posteriormente en contacto con los agentes retardando en exceso la intervención policial.

El concejal de Medios Técnicos y Dependencias Municipales, Vicente Costa, calcula que en Semana Santa ya podrá estar en marcha el nuevo 'timbre de pánico', que contará con un dispositivo fijo en el mostrador de atención al público y otro que llevará el médico de guardia. Esta medida permitirá reforzar la seguridad de esta infraestructura sanitaria que no cuenta con personal de seguridad, a pesar de que los trabajadores del centro lo han solicitado. «Para el Ayuntamiento tener un guardia de seguridad allí le es complicado por la falta de personal, especialmente en verano, y el IB-Salut no querría correr con esos gastos», aseguró Costa.

El concejal explicó que el sistema requiere de «una antena con un repetidor que envía la señal desde el centro de Salud hasta la Policía». Aunque la instalación se está realizando ya, según confirmó el edil, el Ayuntamiento de Sant Antoni todavía no tiene presupuestado el coste de esta actuación. La idea surgió hace un año cuando el concejal de Medios Técnicos conoció de boca de los profesionales sanitarios las deficiencias en materia de seguridad y las situaciones conflictivas que se han producido en el centro en varias ocasiones, sobre todo de noche y en verano, debido a la importante cantidad de consultas de alto riesgo que se atienden, derivadas de peleas y agresiones, que pueden poner peligro a los trabajadores del centro.