Los concejales progresistas pusieron de manifiesto ayer sus discrepancias internas respecto a la urbanización de ses Variades.Foto: SONIA GAITÁN

El convenio urbanístico de ses Variades, que se aprobó ayer por mayoría en el pleno ordinario del Ayuntamiento de Sant Antoni, sacó a relucir las división de opiniones que hay en el seno del Pacte respecto a este proyecto. Aunque inicialmente los representantes municipales progresistas, todos del PSOE, habían manifestado su respaldo unánime a la propuesta de desarrollo urbanístico, que se presentó hace dos semanas, finalmente no hubo unidad de criterio. Mientras Democracia Pitiusa y la mayoría de los componentes del grupo progresista (cuatro de los seis presentes) decidió ayer apoyar el convenio, la portavoz, Laura Carrascosa, y la concejala María Torres se desmarcaron con dos votos en contra. Carrascosa justificó esta postura argumentando que «en principio parecía que el acuerdo minimizaba el impacto pero después de una lectura más profunda y con todos los elementos en la mano, con las DOT y con el PTI, nos hemos dado cuenta que los parámetros urbanísticos se disparan». La concejala criticó, entre otras cosas, que la propuesta, que supondrá la construcción de 469 viviendas de cuatro y cinco pisos, contempla una densidad de población de 165 habitantes por hectárea, cuando las Directrices de Ordenación del Territorio aconsejan para este espacio 100 habitantes por hectárea, lo que implicaría crear sólo 313 viviendas. Por su parte, el concejal progresista Marià Torres argumentó el voto a favor de la mayoría de los concejales del Pacte explicando que «parte del grupo municipal consideramos que este convenio es bueno y que el Ayuntamiento ha conseguido mucho más de lo que se hubiera obtenido fuera de convenio».