Martín Quintero, a la derecha de la imagen, el día que tuvo que comparecer en el juzgado por este caso.

El fiscal, en su escrito de acusación, contempló como atenuantes que Martín Quintero terminó por confesar todo y por reintegrar el dinero del que supuestamente hizo uso de manera indebida. Antes de ello vino una investigación policial en la que se acreditó el cobro irregular de los cheques con pruebas irrefutables, entre ellas una grabación de vídeo del banco donde salía un compañero del Consell de Quintero, ordenanza como él, haciendo efectivos los cheques en la ventanilla.

La decisión de este tribunal, al que competía juzgar la causa, se adoptó después de que se lograra un acuerdo en el juzgado de Instrucción número 1 de Eivissa y en que constaba la confesión expresa del sospechoso, trámite que se efectuó con el conocimiento del ministerio fiscal y del abogado de Quintero Rodríguez.

El concejal socialista, que llegó a ser detenido formalmente por la policía en diciembre de 2003 cuando Comisaría investigaba la falta de dinero de las arcas socialistas, ya mostró arrepentimiento el primer día que tuvo que comparecer ante el juez. Martín Quintero llegó a disculparse por lo sucedido y, según se publicó en su día, de su declaración trascendió que había hecho empleo del patrimonio de su partido acuciado por las deudas.

La sentencia considera como probado que el político se aprovechó «de las facilidades que le brindaba el ser afiliado del PSOE y miembro del Comité Insular de dicho partido» para sustraer cinco cheques. «Uno de los cuales se encontraba extendido al portador y firmado por las personas autorizadas por un importe de 850 euros, extendiendo al portador y firmando el resto el acusado, sin intentar imitar las firmas autorizadas, por un importe de 900 dos de los efectos y mil los otros dos», dice la sentencia. La Audiencia también recoge como ciertos que algunos de los cheques fueron cobrados por él y los otros por otra persona que desconocía la sustracción.