El proyecto de explanada y muelles comerciales al abrigo del dique de Botafoc, previsto por la Autoritat Portuària, vulnera el Plan Territorial Insular (PTI). En concreto, la norma 48, relativa a infraestructuras portuarias e instalaciones marítimas especifica que, en cuanto al puerto de Eivissa, «se reducirá al mínimo imprescindible los espacios al abrigo del dique de Botafoc en los cuales no podrán instalarse superestructuras fijas de descarga ni implantarse zonas permanentes de almacenamiento».

La Demarcación de Eivissa y Formentera del Colegio Oficial de Arquitectos considera en su escrito de alegaciones al PTI que la «redacción de esta norma resulta confusa», por lo que afirma que ésta «debe aclarar que se trata de reducir hasta el mínimo posible los espacios al abrigo del dique de es Botafoc y que, además, en ellos no será posible instalar superestructuras fijas de carga y descarga ni podrán ser usados como zonas permanentes de almacenamiento de mercancías ni de aparcamiento de contenedores y plataformas, ya sean cubiertas o al aire libre».

Todo ello contradice claramente emacroproyecto previsto por la Autoritat Portuària, cuya dimensión aumenta notablemente respecto a las previsiones iniciales. El proyecto enviado recientemente a las instituciones de la isla es una modificación de otro anterior, «Infraestructuras Portuarias con Nuevo Abrigo en el puerto de Ibiza», que nunca se llegó a ejecutar, y que contempla una considerable ampliación de la superficie ganada al mar, en contra de lo que determina el PTI.

El nuevo proyecto prevé una nueva explanada de 77.000 metros cuadrados y dos espigones de 200 metros de longitud y 20 metros de ancho paralelos al dique que permitirán el atraque simultáneo de cuatro buques de tipo mixto (es decir, de mercancía y pasaje). Esta superficie estará limitada en su extremo sur por el tacón del dique de Botafoc y en el este y norte por el vial de acceso al dique.

Con esta estructura, la Autoritat Portuària señala tres ventajas para el puerto: la mejora de las condiciones de seguridad ya que se ofrecería un tratamiento diferenciado de mercancía y pasaje; la descongestión de los Muelles Sur, que quedarían para el tráfico de pasajeros con la isla de Formentera, así como la adaptación de la infraestructura a las nuevas tipologías de buques que operan en el puerto de Eivissa.