En su escrito de alegaciones al PTI, la Demarcación de Eivissa y
Formentera del Colegio Oficial de Arquitectos asegura que deben
estudiarse las intervenciones en las carreteras pitiusas «cuidando
al máximo su integración en el entorno», criticando el resultado de
la reforma de la vía de Sant Josep. «El reciente ejemplo de la
ampliación de la carretera de Eivissa a Sant Josep es
decepcionante», dice.
El PTI, según los arquitectos, debe introducir en la norma 51,
referente a la infraestructura viaria, mecanismos que
«imposibiliten la repetición de resultados similares». Este
colectivo también «echa en falta» cualquier referencia a un Plan
Director Sectorial de Carreteras específico para las Pitiüses,
desligado del general de Balears, «máxime cuando las competencias
han sido transferidas».
Abogan principalmente por la necesidad de «potenciar recorridos
alternativos en los itinerarios donde sea posible [el aeropuerto,
por ejemplo] y las redes municipales que puedan servir para
recorridos cortos en el mismo municipio u otros para evitar la
congestión de las vías principales».
Puertos deportivos. «Las previsiones del PTI son exageradas y,
de llevarse a la práctica, supondrían un golpe irreversible para el
uso equilibrado de nuestro territorial ya bastante densificado». En
estos términos se refiere el Colegio de Arquitectos a la norma que
regula la construcción de nuevos puertos deportivos.
Precisamente, el presidente de los arquitectos, Xavier Planas,
ya criticó las pretensiones del Consell en cuanto a las
instalaciones náuticas en sus únicas manifestaciones públicas sobre
el PTI. «Desde un punto de vista racional, la bahía de Portmany no
puede dar cabida a dos nuevos puertos deportivos por el hecho de
estar compartida por dos municipios distintos», advierte el escrito
de alegaciones, que añade luego: «Es cierto que el turismo náutico
es un turismo de calidad, pero, no es menos cierto que,
precisamente por ello, no es atraído por litorales degradados y
masificados».
El colectivo entiende que la plusvalía que un puerto deportivo
genera en los terrenos adyacentes no compensa la degradación que
provoca. Para los arquitectos, tampoco es necesario otro puerto
deportivo en la zona de Santa Eulària. «El único tramo de costa
desatendido es la costa norte y el mejor emplazamiento para darle
servicio es la bahía de Portmany», piensan.
También «carece de sentido» la amplia franja de costa habilitada
entre es Clot des Llamp y Punta Grossa, que «incluye zonas de playa
como Cala Tarida y excluye,incomprensiblemente, la infraestructura
existente en Cala Corral». Lo mismo sucede, según los arquitectos,
con la costa de es Viver, en Eivissa, «totalmente abierta al mar de
Levante y del Sudeste». Por su parte, el PTI delimita en «grandes
tramos de playa de arena inmejorable en es Pujols», en Formentera,
como zona II (permitida la implantación de embarcaderos y sólo
excepcionalmente la de puertos y dársenas deportivas). «Debería
limitarse solamente a los estrictos tramos rocosos que no pueden
ser usados por los bañistas», reclama el colectivo.
Critica, además, que en las previsiones del Consell no aparece
ni una sola zona apta para estas instalaciones que se sitúe en
aguas abrigadas y cuestiona qué se entiende por varaderos: «Si se
tratan de simples rampas para botar y varar las embarcaciones, nada
que objetar».
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