La profe de 4º curso del Colegio Público Balansat de Sant Miquel aseguró que «el desayuno que traen los niños al colegio se limita a la rapidez de los padres» haciendo referencia a un menú matinal que en su máxima expresión se llama bollicao o paquete de patatas fritas «compradas a último momento».
Sin embargo, y según la profesora Mónica, estas comidas rápidas y empaquetadas todavía no han logrado suplantar al tradicional bocadillo que continúa siendo elegido por la mayoría de los padres, y que ayer por la mañana debió regresar intacto a casa después de que los pequeños pudieran disfrutar y aprender de un desayuno basado en la dieta mediterránea ofrecido por el Servicio de Cardiología del Hospital Can Misses.
Los médicos residentes de Medicina Familiar y Comunitaria fueron los encargados de transformar una de aulas del centro en un autoservicio de 'Desayuno Cardiosaludable', donde los alumnos se pudieron servir zumos de fruta hechos con naranja natural, leche con colacao, pan con tomate, embutido, cereales, manzanas y plátanos, como ejemplo del buen hábito alimenticio que esta campaña fomenta por estos días entre la población escolar pitiusa.
Es el segundo año que este ciclo informativo recorre algunos de los colegios de Eivissa y Formentera para explicar cómo una dieta sana y equilibrada puede evitar futuras enfermedades cardiovasculares: «Es un poco difícil porque les explicamos las enfermedades relacionadas con la obesidad por ejemplo, las cardiovasculares, e intentamos que se queden un poquito con qué tipo de alimentación tienen que seguir para evitar estas enfermedades», explicó la coordinadora, Carolina Marí, que mediante la proyección de diapositivas ofreció a los alumnos de 4º y 5º curso consejos para una dieta saludable basada en vegetales, frutas, verduras, legumbres, frutos secos y, sobre todo, aceite de oliva: «Luego les enseñamos que tienen que alimentarse con todas estas cosas y que para realizar todas sus actividades es importante un buen desayuno», señaló Marí acerca de la demanda de energía que a los alumnos les provoca el estudiar y hacer deportes, y que los pequeños entendieron como «nuestra gasolina».

La diferencia entre el colesterol bueno y malo, «el segundo que perjudica la circulación de la sangre y favorece la obesidad», y la importancia de las frutas por su aporte vitamínico fueron otros de los consejos que recibieron los pequeños antes de degustar el desayuno mediterráneo como conclusión de la clase. L.A.