El grupo de 2º de ESO encargado de la limpieza de Cala Portinatx posa junto al profesor encargado de vigilarles.

Colillas, papeles y compresas usadas. Desperdicios dejados deliberadamente por los turistas. Pero también objetos olvidados, como gorros, zapatillas y hasta una dentadura postiza. Fueron algunos de los residuos que recogieron ayer los alumnos de 2º de ESO del IES Balàfia de Sant Llorenç de las playas del norte de la isla. Repartidos en dos grupos, durante toda la mañana procedieron a la limpieza de la cala de Portinatx y el puerto de Sant Miquel. En total, unos 46 alumnos a los que el Ayuntamiento de Sant Joan de Labritja recompensa con una subvención para ayudarles a costearse el viaje de fin de curso que próximamente realizarán a una estación de esquí de Andorra. Desde las nueve de la mañana, guantes protectores y bolsa en mano, rastrearon la arena de las playas. Alfredo Serra, profesor de música en el instituto, vigila apoyado en un bastón de madera el trabajo de sus pupilos en Portinatx: «Hay que estar encima de ellos porque se escaquean bastante», reconoce. El ambiente de trabajo es distendido. Son adolescentes de 13 y 14 años y no paran de jugar y bromear en todo momento. Algunos hacen grupitos mientras recogen y otros juegan sobre la arena. Sentadas en el murete de piedra dos alumnas hablan ajenas al trabajo de sus compañeros. Aunque alguno se queja de la dureza del trabajo, la mayoría disfruta con la actividad, que supone un escape a la rutina diaria en las aulas: «Esto me parece mucho más divertido que lo que hacemos en clase», dice Raúl Ortega, uno de los alumnos. «Nos gusta mucho más porque hacemos lo que queremos. Después de esto nos podrían mandar a limpiar los aparcamientos», dice una voz que sale del corro que le rodea. Colillas es lo que más encuentran, aunque aseguran que la playa está mucho más limpia que otros años. La actividad, dice Alfredo, les sirve también para concienciarse de la necesidad de no ensuciar las playas. Iván Muñoz