Para aprender trabajando

La Finca de Experimentación de Can Marines es el espacio en el que los alumnos reciben las enseñanzas teóricas y prácticas dirigidas a las especialidades de horticultura y fruticultura ecológicas.

El presupuesto de este proyecto asciende a 314.989 euros y es una iniciativa que reúne a la Conselleria d'Agricultura, Ramaderia, Pesca i Medi Ambient del Consell Insular y al Soib, y que durará 18 meses. Según el conseller de Agricultura i Medi Ambient, Josep Mayans, presente en la inauguración oficial que tuvo lugar ayer por la mañana en la Finca Can Marines y en la que también estuvieron el presidente del Consell Insular, Pere Palau, y a la directora del Soib, Marienna Sánchez-Jáuregui, «la escuela taller es un programa muy ambicioso que engloba muchísimas cosas que hacen falta en el sector agrario profesional, como es la necesidad de gente formada en la isla y especializada».

Los alumnos realizarán sus estudios en esta finca que cuenta con las instalaciones adecuadas, calificada por Mayans como «la vanguardia de la agricultura», y realizarán su trabajo final en la finca Can Llàtzer, que consta de 75.000 metros cuadrados y que dispone de unos 6.000 metros cuadrados totalmente vírgenes que se habilitarán mediante convenio para que los jóvenes realicen sus prácticas. La directora de la escuela taller, Belén Gorijo, explicó que los alumnos «se están adecuando a lo que son las tareas diarias de la finca, tanto si en horticultura o fruticultura. Y combinan lo que es la tarea diaria de la finca de Can Marines con las clases teóricas».

Otro de los trabajos que estos jóvenes de edades comprendidas entre los 16 y 25 años se encuentran realizando actualmente trata de la construcción de una verja de 150 metros de largo en Can Pere Musson «para que los burros no se coman las higueras y algunas especies de aves que anidan allí», según informó uno de los alumnos.