El Grup d'Estudis de la Naturalesa (GEN) criticó ayer en rueda de prensa que el nuevo planeamiento urbanístico de la ciudad se limita desclasificar (pasar de urbano o urbanizable a rústico) las zonas marcadas por las Directrices de Ordenación del Territorio (DOT), aprobadas por el anterior gobierno autonómico de Jaume Matas en 1999. Los ecologistas aseguran que el nuevo plan no supone a su pesar un cambio de tendencia hacia «un desarrollo sostenible» y que es un ejemplo más de «la política devastadora de la isla». «Ya no tenemos esperanza en ninguno de los políticos que nos representan en las instituciones», criticó Joan Carles Palerm, presidente del GEN.

Palerm indicó que el nuevo plan no tiene diferencias significativas con respecto al anterior plan urbanístico, de 1987, y que el equipo de gobierno ha transmitido a la opinión pública «datos incorrectos» y que no se ciñen a la realidad. «No diré yo que han sido manipulados», puntualizó.

El presidente del grupo ecologista aseguró, por ejemplo, que el Ayuntamiento mantiene que ha desclasificado 60,7 hectáreas de la ciudad cuando en realidad sólo son 49 hectáreas si se tiene en cuenta que ha recalificado (ha pasado de rústico a urbano 11,4 hectáreas). El Consistorio, según Palerm, no echa atrás ningún terreno urbanizable y se limita a asumir las DOT de Matas del 999, que imponía la desclasificación de todos estas áreas de la ciudad, «y poca cosa más».

Para los ecologistas, «lo más grave» es el proyecto de urbanización de ses Feixes de Vila: «Aprovechan la ocasión para cargarse la zona húmeda sin tener en cuenta el BIC». En este caso, además, el Pacte recalifica en urbano el centro del humedal, desclasificado por las DOT. «Encima tienen la cara de decir que así salvan el 80% de la zona», dijo.