Psicólogos, miembros de Aspanadif y el director del centro comercial posan detrás del belén.

El Hipercentro de la carretera de Sant Antoni se vistió ayer oficialmente para la Navidad. Hace ya días que luces y otros adornos típicos decoran las instalaciones, pero faltaba un elemento fundamental: el belén. Como el año pasado, han sido los chicos pertenecientes a la asociación de discapacitados Aspanadif los encargados de realizarlo. Situado en el expositor de verduras, el nacimiento está realizado a base de figuras de escayola y de otros elementos como corcho y madera. «Algunos se han dedicado más a pintar y otros más a las casas y paisaje, sobre todo los que tenían más experiencia, como los soldadores», explica José Luis Jofré, uno de los psicólogos del grupo. Santi, miembro de la asociación, fue uno de los encargados de esta tarea: «A cada uno nos apetecía hacer una cosa distinta, así que elegíamos las figuras o las casas sobre que queríamos hacer. Trabajábamos en equipo, que era lo importante», describe.
En total han sido unos 15 chicos los que han estado trabajando en el nacimiento desde septiembre, aunque no sólo se han dedicado a esta actividad, también a la preparación de los objetos que venden en el puesto del mercadillo de Navidad.
Martín Galmés, director de Hipercentro, se muestra encantado con el hecho de acoger este belén en una de sus secciones: «Para nosotros es un placer tenerlo aquí; sobre todo por el esfuerzo que los chicos han hecho para que esto sea posible», asegura. Su empresa no sólo ha cedido el espacio, sino que además ha realizado un donativo de 400 euros para la asociación: «Muchas veces notamos una falta de dedicación desde las instituciones hacia este tipo de gente, por lo que desde la empresa privada nos vemos en la obligación moral de dar soporte a este tipo de iniciativas», dice. Por eso tiene la idea de «institucionalizar el Belén convirtiéndolo en una tradición en Hipercentro y que sea un foco de atención para la gente que no es consciente de este tipo de problemática». Este es el segundo año consecutivo que se realiza esta iniciativa. El belén del año pasado se ha donado a la Residencia de Ancianos del Consell Insular: «Dentro de unos años puede ser que haya un montón de belenes repartidos por toda la isla si los seguimos haciendo», bromeaba la psicóloga Andrea Manzano. Para el año que viene no sólo tienen previsro repetir, sino que, además, tienen pensado representar un nacimiento viviente. Iván Muñoz