La tramitación para conseguir demoler la antigua plaza de toros se ha convertido en un proceso muy lento y lleno de obstáculos que han provocado un considerable retraso. Si las previsiones del Ayuntamiento de Eivissa hace seis meses eran que los primeros trabajos para echar abajo el edificio se pudieran empezar en pleno verano, la falta de presupuesto, que ha tenido que aportar inicialmente el Consistorio, ha obligado a esperar unos meses.

Hace unas semanas la administración municipal convocó un concurso y la intención del concejal de Comercio y Participación Ciudadana, Roque López, es que las obras de demolición se puedan adjudicar este mes para poder empezar a trabajar tras las fechas navideñas. Seis empresas optan a derribar la plaza de toros: Transportes Ibicencos Reunidos, Construcción y Zanjas Tadu, Excavaciones Es Vedrá, Ingeniería Civil Sa Talaia, Naves y Conducciones y Demoliciones y Desmontes Rivera Navarra.

El presupuesto fijado por el Consistorio para llevar a cabo las obras es de 120.195 euros. El día 13 está previsto abrir los sobres con las ofertas económicas de cada entidad y posteriormente serán los técnicos municipales los que hagan una propuesta, que se pasará a la mesa de adjudicación. Según el proyecto de demolición encargado por la administración municipal al arquitecto Jordi Ubalde, los trabajos de demolición se alargarán durante un periodo aproximado de tres meses. El proceso será lento debido, entre otras cosas, a que una parte de las labores de derribo se tendrán que hacer de forma manual. La primera fase de este proyecto incluye un acondicionamiento previo del lugar con el vallado de toda la zona y la desconexión de luz y agua. Posteriormente se procederá a desmontar de forma manual la carpintería, los sanitarios y la grifería y se retirará todo tipo de acristalamientos. Después se empezará a desmontar la cubierta metálica del edificio y se derribarán forjados, pilares y paredes. Los escombros que se acumulen en el proceso se trasladarán al vertedero.