La tromba de agua que cayó el viernes causó números destrozos en las poblaciones de Eivissa y Sant Antoni. De «catastrófico y caótico» calificaron ayer fuentes policiales la situación en barrios como Ses Païsses y Cala de Bou donde se tuvo que intervenir en las calles de Alicante, Lugo y Albacete. Caídas de vallas, fondos de ascensores inundados e intervenciones en garajes fueron algunas de las actuaciones. En la avenida de Sant Agustí se anegó la nave industrial de Pinturas Rubio con metro y medio de agua y aún ayer se estaba retirando agua.

Sant Antoni se llevó la peor parte de esta tormenta, ya que llegaron a caer hasta 144 litros de agua por metro cuadrados. En Eivissa, 50 litros de agua por metro cuadrado el viernes y 30 litros ayer, una cantidad asumible para el sistema de alcantarillado.

El parque de Bomberos estuvo trabajando de manera intensa hasta las siete de la mañana de hoy cuando finalmente se ha restablecido la normalidad tras una noche larga de trabajo. Todo empezó a las 18 horas del viernes cuando se tuvo que montar un dispositivo especial de emergencias ante el elevado número de peticiones de auxilio recibidas que ascendió a 90. Ante esta situación, el 80 por ciento de la plantilla de Bomberos fue movilizada. Los destrozos fueron numerosos: inundaciones de bajos, garajes, sótanos, corrimiento de tierras y daños en la estructura por agua.