«Si todo va bien», la estación de autobuses de Eivissa, que se construirá en el barrio de sa Colomina, será una realidad en dos años o incluso menos, aventuró ayer el alcalde Xico Tarrés. En este mismo edificio se ubicarán las dependencias de la Policía Local y los servicios económicos del Ayuntamiento. Además, contará con 700 plazas de garaje subterráneas. También se prevé que el edificio albergue el Servicio de Atención al Ciudadano del Ayuntamiento de Eivissa.

«Se trata un proyecto muy importante para Eivissa», dijo el alcalde, que añadió que «el esfuerzo de modernización de la ciudad pasa por la estación de autobuses», que tendrá una superficie de 12.000 metros cuadrados, de los que más de 8.000 serán para los autocares y 2.000 para las dependencias de la Policía Local. Se trata de un edificio en forma de «U» y uno de los laterales será íntegramente para la policía municipal. Además, la casa de sa Colomina, además, se recuperará para usos municipales. «Tal y como está concebido el proyecto», explicó Tarrés, «no tendrá ni un solo euro de coste» para las arcas municipales. De la construcción de este gran edificio -que tiene cuatro plantas más el entresuelo y que se prevé que cueste unos 24 millones de euros- se encargará la empresa catalana SAGALES, que a cambio de sufragar la edificación recibe del Ayuntamiento la concesión de administrar la estación de autobuses y los establecimientos comerciales que también albergarán las instalaciones durante 40 años. No obstante, y a pesar de este sistema de financiación, el Ayuntamiento solicitará al Govern balear las ayudas económicas pertinentes encaminadas a reducir el precio de los billetes de autobús y, de esta forma, fomentar el transporte público, cuya utilización es mínima en esta isla.