El Grup Progressista del Consell denunció ayer la demolición del molino Villa Abel, situado en Can Raspalls (Sant Jordi) en terrenos de la familia Matutes. El conseller insular de Patrimoni, Joan Marí Tur, indicó ayer a este diario que la desaparición de este molino no atenta contra la Ley de Patrimoni porque la Comisión Insular de Patrimonio acordó el pasado día 5 de noviembre la caducidad del expediente de protección de 34 molinos de agua del Pla de Sant Jordi, incluido éste.

Asimismo, el conseller «invita» a los ciudadanos a que opinen si «realmente este molino merecía ser protegido». «Formé parte de la comisión que elaboró la Ley de Patrimonio y puedo asegurar que el espíritu de ésta no incluye la declaración de figuras de protección a elementos como este molino», dijo.

No obstante, el derrumbe de este molino tiene historia, puesto que el anterior gobierno del Pacte inició al final de la pasada legislatura la protección de 34 molinos del Pla de Sant Jordi con la figura de Bien Catalogado al tener constancia, a raíz de una denuncia ciudadana, de su desmantelamiento. Eso sucedió en mayo de 2003.

La Conselleria insular de Patrimoni del anterior gobierno del Pacte instó una semana antes (16 de mayo) al Ayuntamiento de Sant Josep a que ordenara la paralización de las obras que se estaban llevando a cabo en esos terrenos y que se habían llevado por delante las aspas del molino.

Las obras se paralizaron, pero inexplicablemente, según recuerda el grupo progresista, se volvieron a iniciar, lo cual, supuso el derrumbe desafareig, que ya estaba protegido como elemento anexo al molino. El Pacte inició el expediente de protección del molino y sus elementos anexos durante el periodo en que las obras estuvieron paralizadas. El Pacte critica que el equipo de gobierno del PP no ha hecho nada durante todo este tiempo para seguir los trámites de protección de estos molinos. «Han tenido un año y medio para aprobar el expediente, pero el PP no ha querido hacerlo porque no tiene interés en preservar el patrimonio histórico y cultural», lamentó ayer la consellera Fanny Tur.