El director de Atención Primaria del Àrea de Salud de Eivissa i Formentera, José González, aseguró ayer que «hay que dar una asistencia sanitaria con unas condiciones mínimas» por eso manifestó que los vecinos de sa Penya «no reciben una asistencia sanitaria adecuada por las coberturas de tiempo y por la estructura del centro, que sería mejorable». En su opinión, «lo más prudente es cerrar la unidad sin bajar la prestación de cobertura».

Ante las críticas surgidas por la desaparición de esta unidad básica, González dice que las razones de esta decisión son asistenciales: «Nos preocupa la asistencia que podamos darle a estos pacientes y vemos que no va en función de que el médico vaya o no vaya. Estos pacientes siguen siendo del mismo médico y por la cobertura que tenemos de asistencia a domicilio van a estar cubiertos siempre».

Ahora, el médico pasa consulta tres días a la semana, lunes, miércoles y viernes, de ocho a nueve de la mañana. El enfermero sólo acude los lunes y los viernes. La media de pacientes entre médico y enfermero no supera los diez pacientes diarios y, a veces, ni llega.

La mayoría de los servicios es el control de enfermos crónicos, «que se puede hacer en cualquier sitio, igual que las recetas». Además, las consultas urgentes o por enfermedad grave son muy difícil que coincida con la consulta del médico. «A pesar de que esté en sa Penya tiene que ir al centro de salud de Can Misses para ser atendidos o los servicios de urgencia». Por este motivo, cree que lo importante «es adecuar los servicios a las necesidades y posibilidades». Fue el propio médico de la unidad el que expuso al IB-Salut las deficiencias del centro tanto en dotación, barreras arquitectónicas y ubicación. «Contactamos con el Ayuntamiento y nos dijo que las barreras que tienen son insalvable», recordó González.