María Cecilia Marí Díaz y Sonia Dutruel Riera, a su llegada al aeropuerto de Eivissa.

Antonio Marí Juan tenía 19 años cuando decidió dejar su Eivissa natal para embarcarse rumbo a Sudamérica en busca de una vida diferente. Era el año 1930 y la obligación de alistarse en el ejército hizo que el joven partiera hacia Argentina llamado por su padre, Antonio Marí Marí, que en aquella época ya residía en este país. Junto a una familia de apellido Torres, Antonio se fue para no volver dejando aquí a su hermana mayor, casada y con dos hijos. Hoy, es su única hija, María Cecilia Marí Díaz, quien vuelve a Eivissa para rastrear al resto de una familia, que es la suya, separada por el tiempo y la distancia: «A mi padre lo mandó a llamar mi abuelo para que fuera a vivir con él y no tuviera que ir a la guerra», explicó María Cecilia, que junto a Sonia Dutruel Riera aterrizó ayer por primera vez en Eivissa a través del 'Operatiu Cinquena Illa' que se ocupa de poner en contacto a los emigrantes de Balears y sus descendientes con su lugar de origen.

La historia de Sonia Dutruel Riera es similar a la de María Cecilia, pero en este caso es su abuelo quien partió en 1912 y a sus 15 años de edad impulsado por el hambre y también por la guerra. Se llamaba Antonio José Riera Torres y «antes de partir vivía en Can Moreno y trabajaba en el campo cuidando las cabras», destacó Sonia, que también aprovechará la estancia que ambas tienen hasta el próximo domingo para ir tras el rastro de sus familiares.

María Cecilia aseguró que su padre, una vez instalado en Buenos Aires, mantenía ciertos hábitos culturales propios de un ibicenco: «Solía usar las alpargatas (espardenyes) todos los domingos para asistir a misa y guardaba celosamente las recetas de los dulces que había aprendido a hacer en una antigua fábrica de chocolate de aquí en la que había trabajado durante años», explicó la argentina, que traía consigo la partida de nacimiento ibicenca de su padre Antonio y una foto de carné: «Fue un muy buen padre», destacó emocionada antes de comenzar, junto al coordinador, Osvaldo Marí, y a Sonia Riera, la búsqueda de un trozo de su historia. L.A.