El director general de Especies Protegidas y Educación Ambiental del Govern de les Illes Balears, Antonio Gómez, ha confirmado en Formentera la intención del ejecutivo autonómico de poner en marcha un plan piloto absolutamente novedoso mediante el cual se quiere reintroducir la foca monje o vell marí en las aguas del archipiélago. «Se trata de una de las diez especies en mayor peligro de extinción a nivel mundial -ha dicho Gómez- y desde el Govern, a través de Medi Ambient, tenemos la intención de poner en marcha una prueba piloto para recuperar la foca monje en el que hasta hace pocas décadas fue su ámbito natural».

De todas maneras Gómez ha señalado que «el primero de los pasos a dar es la realización de un completo estudio de viabilidad de la iniciativa» especificando que para dicho estudio «se contará con el asesoramiento y el posterior respaldo de la comunidad científica internacional para que las medidas que se pudieran adoptar no sean contraproducentes dentro del ámbito en el que se quiere recuperar la presencia de la especie».

«El estado crítico de la presencia de la foca monje en aguas hace que seamos muy cuidadosos en las medidas a adoptar en un plan sumamente ambicioso que se iniciaría, caso de contar con el placet de la comunidad científica, en la isla de Menorca», ha avanzado Antonio Gómez indicando que si la experiencia piloto de Menorca funcionara, se realizarían otras similares tanto en Mallorca, Cabrera como en Formentera aunque no quiso precisar fechas de un proyecto piloto que está en un estadio inicial.

El biólogo marino Manu San Félix es el responsable de un estudio de viabilidad que le encargó hace tres o cuatro años al Govern de les Illes Balears y del mismo se desprende que sí es posible la recuperación de la foca monje la recuperación de la foca monje «en una costa tan humanizada en el supuesto de que se suprimiesen o controlasen los factores limitantes» y ello es factible por cuanto «la foca monje al igual que otras especies de fócidos tolera la presencia del hombre siempre que no se la persiga y se asegure su tranquilidad en sus salidas a tierra». El plan de actuación propuesto por San Félix se basa en «el establecimiento de una red de zonas protegidas que aseguren la tranquilidad de la especie en las zonas de descanso y la adecuación de las zonas potencialmente favorables diseñando planes de acondicionamiento de cuevas y calas». G. Romaní

En el estudio realizado, Manu San Félix , biólogo marino afincado en Ibiza, analizó unos 300 kms. de litoral repartidos entre la costa de la península de Artá en Mallorca, la costa norte de Menorca, el archipiélago de Cabrera, la costa de Formentera y el sudoeste de Eivissa. G. Romaní