Guillermo, uno de las primeros taxistas de la isla, junto a su coche, un Talbot.
Pepe Guasch, ayer durante la entrevista. Foto: SONIA GAITÃN
Colas de taxis en las principales avenidas con la luz verde
esperando a ser ocupados. Hoy en día nadie tiene problemas en la
isla para trasladarse de un sitio a otro. Basta con acudir a una
parada o marcar un número de teléfono para que acudan a recogerte a
casa. Algo que no era tan fácil hace décadas, cuando la automoción
y las carreteras estaban mucho menos desarrolladas.
Pepe Guasch y Toni Cantero, miembros del Classic Automòbil Club de
Santa Eulària, lo recuerdan e intentan determinar cuál pudo ser uno
de los primeros coches públicos en ofrecer sus servicios en la
isla. Tras mucho darle vueltas ubican la fecha en torno a los años
50, «época en la que el Sr. Gorch, uno de los propietarios de los
cines Espanya, trajo uno de los primeros vehículos a Santa
Eulària», indica Guasch. Pudo ser de la marca Talbot, y asegura que
el negocio era muy distinto a lo que hoy estamos acostumbrados a
ver. Como por ejemplo, que era necesario que el coche estuviera
lleno para poder realizar el recorrido, «porque cuando se
encontraban con una cuesta hacía falta que la gente se bajara para
empujar porque si no no había forma de subirla con la poca potencia
que tenían los motores de entonces», asegura Toni Cantero.
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