«Me siento muy contento de quedarme aquí y no haberme ido a Estados Unidos». Las intenciones de Boddohi, un conocido dermatólogo de Eivissa, eran marcharse a América pero mientras esperaba el visado en Alemania para cruzar el océano una llamada de su hermano, desde Barcelona, le cambió el rumbo de su vida. «Me dijo que me fuera a Barcelona, que era verano y se estaba bien». Aquella estancia del estío se prolongó, se casó con una catalana y tras unos años en la Ciudad Condal se desplazó a Eivissa para trabajar en Can Misses. De eso hace ya 25 años. Boddohi es uno de los 91 médicos colegiados en Eivissa que no nacieron en España aunque sí tiene la nacionalidad española. Su origen es persa, concretamente es de Teherán. Actualmente es el único médico de origen persa colegiado en Eivissa pero cuando llegó hace 25 años «había sólo dos médicos iraníes en España». De los 300 médicos colegiados en Eivissa, casi unas tercera parte han nacido fuera de España. Hay facultativos de 23 nacionalidades diferentes ejerciendo la medicina en la isla. El colectivo más frecuente son los alemanes, ya que hay 21. Uno de ellos es Peter Schneider, que comenzó la carrera de Medicina en Salamanca y la acabó en Alemania. Schneider hizo en la Universidad de Dusseldorf la especialidad de oncología y hematología. En 2002 regresó a España para trabajar en el hospital de Melilla, desde el que saltó hasta Eivissa, a Can Misses, para ocupar una plaza de oncólogo, donde muchos ya le conocen como 'el médico alemán' e incluso hay compatriotas suyos que le buscan en el hospital y pacientes que le llaman desde Alemania.

Peter se confiesa «adicto a la luz» y es uno de los motivos por los que dejó su país: «Los días grises y lluviosos me agobiaban. Profesionalmente no he estado en ningún sitio tan bien como allí, pero me gusta la calidad de vida. Siempre había tenido la idea de volver a España». El azar tuvo mucho que ver para que Nelson Avella, acabara residiendo en Eivissa. Brasileño de nacimiento, Nelson fue a trabajar por el periodo de un año al Instituto Dexeus, de Barcelona. En esa ciudad conoció a su mujer, Margarita, y ese fue uno de los motivos determinantes de que se quedara en España. El azar también jugó a su favor a la hora de trabajar en Eivissa, ya que inicialmente estaba previsto que fuera a Son Dureta «pero en Eivissa había un problema de que faltaban médicos», recuerda. Para Peter no hay fronteras para ejercer la medicina, salvo en la «homologación de títulos, en la privada puedes ejercer en cualquier sitio pero en la pública sí que es complicado».

La integración no ha sido un problema para este médico. «En Can Misses hay muchos médicos que vienen de fuera, vas haciendo tu grupito y acabas integrado», comenta. Sin embargo, Nelson asegura que sus comienzos no fueron fáciles: «Ahora ya no, pero el inicio ha sido muy difícil. Por el hecho de ser de Sudamérica, de entrada creen que no tienes ni idea y no sabes. Me callaba hasta que pude demostrar lo que sabía y a partir de ese día me llamaron de un montón de sitios para trabajar». Años después Nelson cuenta con una consulta privada de ginecología en Eivissa, y se desplaza periódicamente a Barcelona, a la Dexeus. A Mario le molesta que se rechace a la gente por su aspecto: «Tenemos mezclas étnicas que hacen que no seamos de aspecto indígena y eso influye en el trato de la gente y eso me parece mal. Tenga el físico que tenga tiene el mismo derecho que cualquier otro para moverse en el mundo».