El conseller por Formentera, Josep Mayans, informó ayer que las catas geológicas que deben certificar la existencia o no de arena en terrenos no protegidos, se había retrasado hasta principios de noviembre, la fecha prevista era el mes de setiembre, a causa del retraso con el que los propietarios de los lugares a prospectar, habían enviado sus autorizaciones a la conselleria de Medi Ambient del Govern de les Illes Balears. Estas catas tienen por objeto encontrar arena para el sector de la construcción de Formentera, que tras el cierre decretado judicialmente, de las dos canteras de las que se extraía arena, tienen dificultades para conseguir arena de calidad ya que la de Eivissa no es buena, y la procedente de la península, sale demasiado cara.

«No se han iniciado los trabajos antes -dijo Mayans-, porque la conselleria aún no había recibido por escrito la conformidad a los trabajos por parte de los propietarios de los terrenos en los que se harán las catas y aunque sí habían aceptado verbalmente que se hicieran los trabajos no existía constancia por escrito en Medi Ambient».

Mayans señaló que había tenido que recordar e insistir a ambos propietarios que cumplieran con la formalidad de la autorización por escrito «y ahora que la conselleria de Medi Ambient del Govern ya las ha recibido se prevé iniciar las prospecciones geológicas en la primera quincena de noviembre». La conselleria comprometió, cuando se cerraron las areneras, una partida de 6.000 a este fin.

El problema como en tantos otros casos, reside en la dificultad de hallar terrenos rústicos comunes que no estén afectados, por Costas, por LEN y otras figuras de protección. Una de las posibilidades apuntadas por Josep Mayans es la de encontrar filones de marès que podría molerse y proporcionar un polvillo de características similares a la arena.