Las ya de por sí animadas noches ibicencas cuentan con un nuevo espectáculo salido directamente de la muy castiza tradición callejera, un ritmo llegado desde los pies de Gene Kelly: el claqué. Andrés, Cristina, Adriana y Mayte son los cuatro bailarines encargados de amenizar terrazas y noches. Los dos primeros llevan bailando 23 y 10 años respectivamente. Juntos regentan el Centro del Ritmo y Movimiento Contaptoe en Madrid, nombre que además comparten la escuela, el baile y el método con el que bailan y enseñan a sus alumnos, Mayte y Adriana incluidas. Contaptoe es idea de Andrés: «Después de muchos años bailando quería poder archivar pasos, identificar coreografías y se me ocurrió este método que se basa en símbolos y letras para poder hacerlo. Eso, y que nunca tuve un profesor bueno que me enseñara realmente, tuve que investigar un método para enseñar, algo que me gusta mucho. Fue un poco por necesidad». El claqué en sí está muy ligado a la cultura, al habla americana. Lo que intenta Andrés con este método es llevar este baile a un idioma más universal, alejarlo de su cuna anglosajona a la hora de definir sus pasos. «Se escribe como la música; es como una partitura, pero del ritmo. Se aprenden unos símbolos y unas letras y se pueden mezclar infinitamente, como las matemáticas. El otro claqué es más de nombres y de copia. Se aprecia menos la evolución, los pasos son más llenos y creo que es más difícil de aprender», apunta Cristina. Tan bien ha funcionado el método que desde Chile tanto Andrés como sus alumnos lo han exportado a Brasil, Venezuela, México o Finlandia. Andrés y Cristina llevan tres años viniendo a Eivissa a bailar. Es el primero, en cambio, para Adriana y Mayte, aunque ya empezaron el rodaje callejero en el mes de junio en Madrid. «También en terrazas, no es el primer contacto con el público en la calle», afirma Mayte. Los cuatro coinciden en que es una experiencia muy grata: «El público no siempre contesta igual, aunque sí es muy receptivo y quizás más cálido en Eivissa que en Madrid». Tanto Adriana como Mayte están muy relacionadas con el mundo del arte. La primera modela con madera y la segunda es actriz. Ambas reconocen que hubo una película que marcó sus deseos de bailar: «Cantando bajo la lluvia». Adriana decidió que quería ser Gene Kelly y Mayte, Debbie Reynolds. Sin embargo, veían ciertas dificultades a la hora de aprender. «Luego descubrí las clases de Andrés por una amiga y aunque al principio me sentía muy torpe, me costaba coordinar manos y pies, luego me fui enganchando y no lo pude dejar», afirma Adriana. Andrés asegura que «es muy fácil aprender claqué. Los alumnos no se dan cuenta a veces de lo rápida que es su evolución». Lo que es cierto que todos coinciden que «que paso a paso es un baile que envicia y engancha». C.Cuevas