La llegada del Nixe a Formentera ayer por la mañana tuvo mucho de fiesta ya que un buen número de residentes se acercaron a la Savina para ver llegar la embarcación que ha de unir, a diario, Denia con Formentera pasando por Eivissa. En el viaje inaugural la embarcación iba a tope en cuanto a pasajeros y vehículos privados habiendo quedado, en espera, algunos vehículos en Eivissa que no pudieron hacerse un sitio en las bodegas del «Nixe».

Después de una maniobra de atraque que se prolongó más de lo esperado, el pasaje descendía por estribor y cual caja de Pandora empezaron a surgir Audis de todo tipo, como si se tratara de una convención de la marca alemana, algún que otro BMW, un Saab, un Mazda coupé, monovolúmenes Chrysler y Chevrolet, algunos vehículos familiares y tras algún que otro Audi más, un lujoso Lexus dorado, un Porsche descapotable y un flamante Jaguar con su clásico color verde botella. Por un momento la Savina pareció el Salón del Automóvil de París aunque muchos de sus ocupantes, fueran en polo, camiseta o directamente en bañador. A los veinte minutos cerraba el desfile una furgoneta de la compañía con el equipaje de los pasajeros que lo fueron recogiendo junto a la Estación Marítima. El estreno del «Nixe» había comenzado.

Guillermo Romaní