Allí le esperaba el amplio dispositivo de seguridad montado por
efectivos de la Guardia Civil, que desde la mañana se había puesto
en marcha en los alrededores de la casa para velar por la
protección del ex mandatario, tal y como afirmó anteriormente el
director insular del gobierno, José Manuel Bar, quien adelantó que
José María Aznar tendría la protección del Estado propia de su
anterior cargo.
Sin embargo, la visita privada que Aznar y Botella realizan este
año ha prescindido de la disposición que el cuerpo de seguridad
realizaba cada verano en las carreteras de la isla, que además de
estar custodiadas por numerosos agentes de la Guardia Civil,
demandaba el corte de las rutas ante el paso del también ex
presidente del PP nacional. Esta vez no fue durante el trayecto,
sino más bien en su alojamiento y alrededores donde se ha centrado
la seguridad.
Las vacaciones que la familia Aznar pasará en Eivissa se deben a
una invitación personal de su amigo, el empresario y ex ministro de
Asuntos Exteriores Abel Matutes, junto al que solía navegar cada
verano durante sus visitas anteriores.
Ni su hija, Ana Aznar, ni su yerno, Alejandro Agag, llegaron
junto a los recién estrenados abuelos, que seguramente querrán
aprovechar los días de descanso al calor mediterráneo para
disfrutar de su nieto, el pequeño Alejandro.
Ésta es la primera temporada que el ex presidente decide pasar
en Eivissa ya que durante los años anteriores y como jefe de
Gobierno solía hacerlo en Menorca, espacio que en la actualidad
albergará las vacaciones del actual presidente, José Luis Rodríguez
Zapatero, y su mujer, Sonsoles Espinosa.Luciana Aversa
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