El más pequeño de los Molina, Micky, está nuevamente en Eivissa.
Tras un intenso año de trabajo cinematográfico por el continente
americano, el actor ha regresado a la isla, fiel a su cita de cada
verano.
Primero fue Buenos Aires el escenario en el que Micky participó de
la producción argentina titulada 'Sinfonía de ilegales', y más
tarde en México, «por D.F. y Puerto Vallarta», según precisó ayer
por la tarde, los espacios en los que rodó su segunda película de
este año 'La casa grande'.
«Es una historia acerca de una familia española que vive en México
durante la guerra de la independencia», explicó el actor acerca de
su último trabajo.
Muy sonriente y acompañado por un grupo de amigos, Micky Molina
aseguró que estará en la isla todo el mes de agosto para partir
nuevamente, y «durante nueve meses», a las tierras sudamericanas.
Después de dos temporadas formando parte de elenco de 'Ana y los
siete' junto a Ana Obregón, Micky Molina despegó de tierras
europeas para retornar con dos películas «terminadas» bajo el
brazo.
Asiduo de la noche ibicenca, el actor continúa con su residencia en
el norte de la isla cercana a la de su hermana, la actriz Àngela
Molina. Se trata de una familia muy ligada a la vida pitiusa ya que
la hija mayor de Àngela no sólo veranea aquí sino que, además,
estuvo trabajando de camarera en una de las barras de Las
Dalias.
La estrecha relación que esta familia mantiene con la isla fue a
más cuando la hermana mayor de Micky decidió tener a su niña
pequeña en su residencia ibicenca que después presentó en sociedad
a partir de un reportaje publicado en la revista 'Hola'.
Ahora es Micky el que vuelve a aparecer por las calles de Eivissa y
lo hizo nada menos que adquiriendo una botella de agua mineral en
una de gasolinera de la ciudad que arrancó una broma con la
expresión «no lo van a creer», haciendo referencia a que por ésta
vez estaba bebiendo agua. L.A.
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