La Fiscalía de Eivissa ha abierto una investigación para depurar
responsabilidades penales por la contaminación de las aguas
subterráneas y un pozo en la zona de Puig d'en Valls supuestamente
por los purines (la parte líquida que rezuma el estiércol) de una
piara de un centenar de cerdos aproximadamente. El fiscal ha pedido
al juez que tome declaración como imputado al responsable de la
explotación ganadera por un presunto delito contra el medio
ambiente.
El Servicio de Protección de la Naturaleza de la Guardia Civil
(Seprona) fue quien detectó, a raíz de una denuncia ciudadana, el
supuesto foco de contaminación. La Conselleria de Sanitat, a
instancias del Seprona, analizó el agua de la zona y detectó que el
acuífero y un pozo estaban contaminados con una concentración alta
de fecales, lo que, de confirmarse la influencia de la piara de
cerdos, podría ser constitutivo de un delito contra el medio
ambiente con riesgo para la salud pública.
Los técnicos del Consell también inspeccionaron las
instalaciones, aunque no hallaron indicios suficientes para
determinar que la contaminación de las aguas se deba al estiércol
de los animales. La Fiscalía ha remitido el expediente al Juzgado
para que ordene la instrucción de diligencias. Aparte de la
declaración como imputado del propietario de la granja, el fiscal
ha solicitado toda la documentación relacionada con los hechos,
incluidos los permisos de la explotación, y el resultado de los
análisis practicados por la Conselleria de Sanitat.
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