OLGA QUINTANILLA-MADRID
A pesar de pasar cinco días a la semana en la capital madrileña en un despacho de lo más amplio y acogedor, Antoni Costa Costa, nuevo presidente y consejero delegado de la Red de Paradores de Turismo de España, asegura que su casa sigue estando en Eivissa. «Aunque pase día y medio porque es así como lo siento», confiesa.

De lunes a viernes se aloja en un pequeño apartamento situado en el Madrid de los Austrias y que se encuentra a escasos minutos de su despacho. Entra a las ocho y media de la mañana tras un breve paseo matutino y sale normalmente sobre las 21.30 horas como la mayoría del personal.

«Espero que podamos ser más eficaces en reducir la jornada en algunas horas aunque la empresa requiere una dedicación bastante intensa», dice el presidente de Paradores. Antoni Costa reconoce que su cargo implica una gran responsabilidad: «Pero espero seguir sintiéndome como hasta ahora aunque la empresa tiene su impronta y la ejerce». Actualmente, Paradores atraviesa un momento de estructuración de la agenda y el día transcurre para Costa entre despachos diarios con los directores generales de áreas, interminables conversaciones telefónicas y reuniones con los responsables de la Secretaría General y Comunicación interna y externa. Durante las últimas semanas, el presidente y consejero delegado de Paradores mantiene reuniones con los directores de zona y viaja por toda la red para conocer de primera mano lo que están comercializando. «Ello implica viajar mucho y de forma rápida para atender las obligaciones de despacho para adoptar decisiones con criterio. Contamos con magníficos profesionales en la red y eso es fundamental para el éxito de la empresa», afirma Costa.